Eberk Brazofuerte

Nací en un poblado enano en la costa de la espada, junto a unas hermosas y antiguas minas de mithril, en donde ya no queda más que mitos y leyendas. Dicen que en años mejores llegaron a trabajar allí unos 200 enanos.
Mi familia era pobre, pero nunca faltó el pan y la cerveza en mi casa. Mi padre se dedicaba a vender exquisitas frutas que él mismo plantaba en la huerta que teníamos atrás de nuestra casa. Mi madre, por su parte, era una excelente cocinera y trabajaba medio día en la posada del pueblo.
Un terrible día, cuando yo tenía 30 años, una banda de orcos llegó durante la noche a nuestra tranquila villa y destruyeron el templo de Moradin, donde yo me estaba iniciando para postular al seminario para convertirme en sacedote, y mataron sin piedad a niños y mujeres desarmadas.Yo fui al frente de un grupo de campesinos y amigos míos y ahí luchamos por más de 2 horas. Al terminar la batalla yo fui uno de los 13 sobrevivientes de la tragedia, mi padres y hermanos estaban muertos, confío en que ahora descansan junto al brazo fuerte de Moradin. Luego viajé hasta el puerto de Luskan, en donde ingreséal templo de Moradin y comencé mi formación como clérigo.
Luego de una serie de inconvenientes, relacionados con lo que algunos llaman mi testarudez, fui expulsado del templo, aunque continúo cumpliendo con mis responsabilidades para con Moradin. Me pueden quitar un título, pero jamás me quitarán la fe.
Tras 15 años de viaje, luego de mi eventual despido del templo, actualmente me he encontrado con un grupo muy divertido de muchachitos elfos que parece que los problemas los siguen, y eso es bueno para darle un poco de sabor a la vida. Luego salvamos a Kyrnin de un horrible conjuro y hemos luchado con muchos kóbolds, orcos, osgos, trolls y gnolls, un draco y ayer matamos a una gárgola, un basilisco y a un canarconte maligno y a una maga loca. Lo único "malo" de este grupo es que se dirigen a Noyvern y me recuerda mucho mi triste pasado, ojalá que cuando lleguemos pueda superarlo, de todas maneras ha pasado ya bastante tiempo. Aunque es seguro que aun esté en el templo ese maldito Tarak, un estúpido que no hizo otra cosa que envidiar mis habilidades durante todo el tiempo que estuve allí.
Ahh, casi lo olvidaba, hace un par de días se ha unido al grupo una niñita que pega como mula, no sé si nos acompañará hasta Noyvern.

Gentil Señor Eberk Brazofuerte:
Le aseguro que la ralea de los Orcos que atacaron a los suyos sera exterminada, sus almas seran quemadas desde sus ojos por mis flechas ardiendo.

tiene delirios de grandeza el pobre
lo afecto luchar contra kriaturas de otros planos
no sabe nada que aun nos estamos aprendiendo a limpiar el poto

Cogollogris escribió:

Gentil Señor Eberk Brazofuerte:
Le aseguro que la ralea de los Orcos que atacaron a los suyos sera exterminada, sus almas seran quemadas desde sus ojos por mis flechas ardiendo.

Que así sea amigo Cogollogrís. Gracias por su ayuda y comprensión. Veo que el odio hacia esas bestias es tan grande como el mío, tenemos algo en común además de nuestra sed.